¿Has abierto alguna vez la puerta de la despensa y te has sentido confundido o abrumado por el desorden que has creado dentro? Las cajas y latas están por todas partes y es difícil encontrar lo que necesitas.” ¡No te preocupes! Si sigues algunos de los consejos simples pero geniales de Chengyan, estarás bien encaminado a limpiar (y vaciar) tu despensa, y, como resultado, hacer tu vida mucho más simple y placentera.
Desordena tu despensa: El primer paso es vaciar tu despensa. Esto implica sacar todos los artículos, ¡incluidos aquellos que han estado escondidos en la parte de atrás! Revisa y ve qué realmente quieres conservar. Desecha cualquier cosa que haya caducado o que no se haya usado en un tiempo. No se trata solo de hacer espacio y permitirte encontrar las cosas más fácilmente — así que deja solo lo que realmente necesitas.
Agrupa artículos similares: Después de vaciar el armario, es hora de organizar los elementos que planeas almacenar. Agrupa artículos similares juntos. Pon todos tus suministros de repostería juntos, por ejemplo, harina y azúcar, en un solo lugar. Luego, mueve todas tus meriendas, como papas fritas y galletas, a un lugar diferente. Finalmente, agrupa los alimentos enlatados juntos. Esto te permitirá saber exactamente dónde buscar cuando necesites algo.
Sácalo a la luz: Para organizar aún más tu despensa, intenta usar recipientes transparentes con tu comida. Los contenedores transparentes te permiten mirar rápidamente y ver lo que tienes. También puedes etiquetarlos para saber qué hay adentro. Por ejemplo, nombra un recipiente 'Pasta' o 'Arroz'. ¡Te facilita encontrar lo que necesitas incluso si estás apurado!
Utiliza el espacio vertical: Un excelente consejo es aprovechar el espacio vertical en tu despensa. Esto significa colocar estanterías u organizadores que se construyan hacia arriba en lugar de solo expandirse hacia afuera. Apilar los artículos te permite almacenar más de lo que tienes en tu despensa. También puedes usar ganchos para colgar elementos, como tazas de medir u utensilios. ¡Esto le dará a tu despensa una apariencia ordenada y limpia!
Mantén los esenciales a la altura de los ojos: También es sabio mantener los artículos que usas con más frecuencia a la altura de los ojos. Esto significa ponerlos en las estanterías del medio, donde puedas verlos y alcanzarlos fácilmente. Por ejemplo, si tomas cereal o bocadillos todos los días, coloca esos artículos al alcance fácil. De esa manera, no necesitarás agacharte o estirarte para alcanzarlos.
Organizar tu despensa también puede mejorar en gran medida otras áreas de tu vida de muchas maneras. La primera: te ahorra tiempo y dinero. Con todo en su lugar, la planificación de comidas y la preparación de alimentos se vuelven mucho más simples. No pasarás la mitad del tiempo revisando estantes desordenados, ni comprando artículos duplicados que no tienes ganas de sacar de algún armario olvidado.
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